Al caminar por el sector céntrico de nuestra ciudad después de las 7 de la tarde aproximadamente, notarán el ambiente un poco enrrarecido, principalmente por el estrés de las personas que quieren regresar lo antes posible a sus hogares luego de una larga jornada de trabajo y por otro  (el más importante a mi parecer) la contaminación del aire.  Contaminación de la cual TODOS somos culpables.  Si, todos o acaso usted ¿No usa estufa a leña? ¿No usa automóvil? ¿No usa transporte público? ¿No usa aerosoles?.   De alguna u otra forma estamos aportando indiscriminadamente con sustancias que ensucian el aire que respiramos. 

 

  La picazón de ojos, molestia al respirar son algunos de los síntomas que evidencian la contaminación en nuestra ciudad, lamentablemente los más afectados con esto son (como siempre) los extremos de nuestra sociedad, es decir nuestros niños y adultos mayores.

  Partamos de la base de que somos parte de una sociedad Reactiva, principalmente por la clase política. De igual forma, me pregunto ¿Por qué tenemos que esperar a enfermarnos para reaccionar? ¿Cuesta mucho tomar conciencia de algo tan básico y tan obvio? La repuesta es SI, cuesta mucho en especial para una ciudad que sólo hace uno o dos años está viendo las consecuencias de sus actos.

  En cuanto a las autoridades, reconocen el problema y están tomando medidas para detectar los índices de contaminación, sin embargo no existen acciones concretas para disminuir las cifras rojas en que nos encontramos.

  Solo por nombrar un punto importante. Uno de los principales agentes que aportan al deterioro del aire en nuestra ciudad son las estufas por combustión a leña, por lo cual se recomienda utilizar leña certificada ya que “se supone” genera un efecto neutro sobre el balance del Dióxido de Carbono (CO2) a la atmósfera, sin embargo la venta y compra de Leña certificada es optativa ¿curioso no?.  Ya que la correcta utilización de la leña podría aportarnos en un gran porcentaje a la solución de esta problemática. Hay muchos puntos más, como por ejemplo las micros viejas que circulan de extremo a extremo de nuestra ciudad sin embargo no vamos a ahondar tanto en el tema.

  Finalmente quiero llevarlos a reflexionar. ¿Que esperamos de las futuras generaciones? ¿Que nos feliciten por lo que le entregamos?  Mi  respuesta es sí, quiero salir a la calle sin una mascarilla, no quiero vivir en un ambiente contaminado, ni tampoco que futuras generaciones respiren un aire que fue manipulado por personas sin conciencia ambiental.  Aportemos con lo que está en nuestras manos.