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Desviando
aguas al Río Itata
Central Trupán liquidaría El Salto del Laja
Por: Cristobal Urruticoechea
El
Río Laja está en peligro por la inminente construcción de la represa
hidroeléctrica Trupán que disminuirá dramáticamente su caudal, poniendo en
riesgo a la atracción turística más emblemática de la zona, y el abastecimiento
de agua potable de los habitantes de la ciudad de Laja y de los agricultores de
esta cuenca.
Actualmente el Canal Zañartu
-donde se va a construir la represa- extrae en promedio 18 metros cúbicos por
segundos de agua del Río Laja, aunque hace más de 100 años, tiene derechos para
retirar 47 metros cúbicos por segundo; y para funcionar, esta central requiere
de 38 mts. 3/seg; datos que confrma el informe de impacto ambiental de la SEIA
(Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental), que dice (…) “El caudal máximo
derivable es de 38 m3/s durante los 12 meses del año”. (http://seia.sea.gob.cl/documentos/documento.php?idDocumento=2383062).
Otro
aspecto preocupante es que las aguas del Laja serán llevadas por la central Trupán,
al Río Huepil y luego desembocadas en el Río Itata, por lo tanto, cientos de
regantes son también afectados gravemente por esta iniciativa de un grupo de
empresarios visionarios, encabezados por el presidente de la Asociación de
Canalistas del Canal Zañartu, Patricio Sabag.
El
informe de impacto ambiental evidencia las ventajas de esta obra para el Río
Itata: “Además, dado que el río Huépil es un afluente del río Itata, el agua
aportada en verano al primero permitirá aumentar la capacidad de dilución del
Río Itata aguas abajo, favoreciendo a las actividades que ahí se concentran” (http://seia.sea.gob.cl/documentos/documento.php?idDocumento=2383062).
Creo
preocupante que los ojos estén sólo centrados en Endesa y su explotación de
aguas del Lago Laja, ya que pareciera olvidarse el efecto, tanto o más
perjudicial, que traería la represa Trupán. El recurso energético es necesario
y cada día más costoso, por lo que representa un atractivo negocio para
cualquier empresario, pero no constituye un argumento suficiente para poner en
peligro a una comunidad y a un monumento natural.
La
extracción y desviación de las aguas del Río Laja, por parte de la Central
Trupán, serían fatales para el emblemático monumento natural ya que “afectaría
seriamente el caudal, privando a un 18% de regantes de la provincia del vital
elemento, y perjudicando el turismo y la agricultura.
Durante
los últimos meses se han realizado reuniones entre regantes, agricultores y
autoridades. Sin embargo, no existen avances al respecto, por lo que el invito
a las autoridades pertinentes a pronunciarse sobre el tema, porque creo es
necesario su apoyo y consenso para la solución de este grave problema.
Columnista
Cristobal Urruticoechea
